Feliz año nuevo

Éste ha sido un año ajetreado e inolvidable. Con claroscuros, como todos los años, pero también con la oportunidad de portar siempre una sonrisa y de llevar la frente en alto. Hoy, que termina el 2011, es una oportunidad para desearte que 2012 sea un año maravilloso. Un año en que la armonía, la abundancia, la felicidad, la salud y el amor se hagan presentes en tu vida. Arranquemos pues la última hoja al calendario, comamos las doce uvas, choquemos las copas y gritemos la cuenta regresiva. Después de todo, no es que algo de eso haga especial esta fecha, sino la confianza que ponemos en cada inicio, de que lo que viene debe ser mejor.


Un gran abrazo a todas y a todos. Gracias por darse sus vueltas por mi blog.

¡FELIZ 2012!

Lecciones empresariales

Cortesía de Ojos Azules

Caso 1: El uso de la información



Un hombre se va a dar una ducha en el momento que su esposa está terminando de hacerlo.

En ese preciso instante suena el timbre de la puerta. Después de algunos segundos de duda, ambos deciden que ella irá, por lo cual, se envuelve en una toalla, va, abre la puerta y se encuentra con el vecino de al lado de casa.

Antes de que ella pronuncie una palabra el vecino le dice:

- Le doy $ 1.000 si deja caer la toalla en el suelo.

Ella piensa unos segundos, se decide, deja caer la toalla y se queda en cueros frente al vecino que, después de unos segundos, mete la mano en el bolsillo, saca $ 1.000, se los entrega, da media vuelta y se va…

Aún confundida, cierra la puerta rápidamente, se envuelve otra vez en la toalla y vuelve al baño a secarse el pelo. Cuando llega, su marido le pregunta quién había tocado el timbre.

- El vecino de al lado, dice ella.

Y el marido le pregunta:

-¿Te devolvió los $1.000 que le presté?

ConclusiónSi usted comparte la información crítica con sus asociados, principalmente sobre créditos y riesgos, evitará situaciones indeseables.

Caso 2: Estar bien informado


Un cura va conduciendo cuando ve una monja parada a un lado de la carretera, esperando el autobús.

El cura se detiene y le ofrece llevarla hasta el pueblo más próximo. La monja acepta y pone el equipaje en el asiento trasero. Al sentarse, su hábito se abre un poco y deja ver una hermosa pierna. Cuando el cura lo advierte casi ocurre un accidente. Consigue controlar el coche, aunque no resiste la tentación y pone la mano en la pierna de ella.

La monja mira al cura y le dice:

-Padre, recuerde el Salmo 129.

El cura retira rápidamente su mano y pide disculpas, pero sus ojos se resisten a dejar de mirar la pierna, por lo que, poco después, su mano salta de la palanca del cambio esta vez a la rodilla de la monja:

- Padre, recuerde el salmo 129, reitera la monja.

El cura, contrariado, retira la mano y trata de disculparse:

- La carne es débil, hermana…

Llegan a su destino y ella mira al cura significativamente y le agradece el favor de haberla acercado a su destino. El cura prosigue su viaje y cuando llega a su destino corre a ver lo que dice el salmo 129.

Salmo 129: "Sigue adelante e inténtalo. Alcanzarás la gloria".

Conclusión
Esté informado al máximo sobre temas relacionados con su trabajo o se expone a perder grandes oportunidades.

Caso 3: Cómo reaccionar ante una situación desfavorable.

Un joven de la ciudad se fue al campo y le compró un burro a un viejo campesino por $100.00 El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente, pero al día siguiente el campesino le dijo:

- Lo siento, hijo, pero tengo malas noticias. El burro murió.
- Bueno, entonces, devuélvame mi dinero.
- No puedo, lo he gastado ya.
- Bien, da igual, entrégueme el burro.
- Y ¿para qué? ¿qué va a hacer con él?
- Lo voy a rifar.
- ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto?
- Es que no voy a decir a nadie que está muerto, por supuesto.

Un mes después de este suceso se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador.

- ¿Qué pasó con el burro?
- Lo rifé. Vendí 500 boletos a $2.00 y gané $998.00
- ¡¡¿Y nadie se quejó?!!
- Sólo el ganador, pero a él le devolví sus $ 2.00

ConclusiónÉste es un ejemplo de cómo convertir una situación desfavorable en un éxito.

Caso 4: Sobre la información correcta y veraz

Un reo, condenado a cadena perpetua por asesinato premeditado y alevoso, se fuga de la prisión después de estar 22 años en la cárcel. Al huir entra en una casa en la que duerme una joven pareja. El reo ata al hombre en una silla y a la mujer en la cama. A continuación acerca su rostro al cuello de la mujer y sale de la habitación. Arrastrando la silla, el hombre se acerca desesperadamente a su mujer y le dice:

- Mi amor, este hombre no ha visto una mujer en años. Lo vi besando tu cuello y, aprovechando que ha salido, quiero pedirte que cooperes con él y hagas todo lo que te pida. Si quiere tener sexo contigo no lo rechaces y finge que te gusta. No lo hagas enojar. ¡Nuestras vidas dependen de ello! Sé fuerte, mi vida; yo te amo.

La joven esposa le dice al marido:

- Querido, estoy complacida de que pienses así. Efectivamente, ese hombre no ha visto en muchos años una mujer, pero no estaba besando mi cuello. Estaba diciéndome al oído que tú le gustas y me quería saber si guardábamos la vaselina en el lavabo. ¡Sé fuerte, mi vida! ¡¡Yo también te amo!!

Conclusión
No estar informado verazmente puede acarrear serios inconvenientes. La información pronta y exacta es fundamental para sortear con éxito el ataque de la competencia desleal y así evitar ingratas sorpresas.

Caso 5: Sobre los planes estratégicos

Un muchacho entra en una farmacia y dice al farmacéutico:

- Señor, deme un preservativo. Mi novia me ha invitado esta noche a cenar en su casa y está que se derrite por mí, así que esta noche pretendo calmarla.

El boticario le despacha el preservativo y cuando el joven va a salir, vuelve sobre sus pasos y dice:

- Será mejor que me dé usted otro preservativo porque la hermana de mi novia, que es un bombón, me hace unos cruces de piernas que le veo hasta las entrañas, y como voy a ir a cenar a su casa…

Coge el segundo preservativo, piensa un momento y…

- Déme uno más, porque la madre de mi chica, que está de muerte la señora, cuando no está mi novia delante, me hace unas insinuaciones que… y como voy a ir a cenar a su casa esta noche…

Llega la hora de la cena y el muchacho tiene a un lado a su novia, al otro a la hermana y enfrente la mamá de ambas. En ese instante llega el padre, que se sienta al frente de la mesa. El muchacho baja la cabeza y empieza a rezar:

- Señor, te damos gracias por los alimentos… Bendícenos a todos… Y perdónanos si en algo te hemos ofendido…

Pasa un minuto y el chico sigue rezando:

- ¡Gracias Señor!

A los diez minutos de rezos y oraciones la novia le dice:

-No sabía que fueras tan religioso…

- ¡¡Ni yo que tu padre era el farmacéutico!!

ConclusiónNo comente los planes estratégicos de la empresa a desconocidos porque la falta de confidencialidad le puede destruir su propia organización.
Caso 6: Quien habla último…

Un vendedor, un empleado administrativo y el gerente van a almorzar y, tirada en el suelo, encuentran una antigua lámpara de aceite. La frotan y aparece un Genio envuelto en una nube de humo.

- Como generalmente otorgo tres deseos, les voy a dar uno a cada uno, dice el Genio.

- ¡A mi primero! ¡Yo primero! Porfía el empleado administrativo. Quiero estar de vacaciones en el Caribe y … ¡Puff! …¡Desaparece!

Sin salir de su asombro, el vendedor grita:

-¡Ahora a mí! … Quiero estar en Hawai, descansando en la playa con mi masajista personal, con una inagotable provisión de cerveza y con una top model. Y … ¡Puf! … ¡Desaparece!

- Bueno, ahora te toca a tí, le dice el Genio al gerente.

- Quiero que esos dos vuelvan a trabajar después del almuerzo, dice él.

Conclusión
Siempre hay que dejar que el jefe hable el primero.

Feliz Navidad (Dos ciudades)



Los días previos a la noche buena, digamos 22, 23 y 24 de diciembre, coexisten dos realidades en la Ciudad de México:

Por un lado, es una ciudad prácticamente deshabitada, en la que puedes transitar por calles que no están atestadas de coches, una ciudad donde las vialidades no están en obra, ni venden gorditas de nata en los carriles de alta del periférico; una ciudad en la que puedes dar un paseo a pie sin fumarte el escape de los coches que avanzan a vuelta de rueda; una ciudad desde la que puedes ver que más allá de los edificios y caseríos, hay dos hermosos volcanes nevados sobre los que se cuentan hermosas leyendas; una ciudad donde puedes recorrer de Patriotismo al Centro Histórico en diez minutos, o de viaducto a satélite en quince. Una ciudad hermosa, ligera, en paz, donde terminas por preguntarte ¿A dónde diablos se metió tanta gente?

Entonces te encuentras con la otra realidad de esta misma hermosa ciudad. Si de verdad quieres saber a dónde se metió la chilanguiza del 22 al 24 de diciembre, entonces trata de ir a un centro comercial. Ahí sí, las filas kilométricas están hasta para entrar a los estacionamientos. Los supermercados, las tiendas departamentales, las plazas, bazares, tianguis y demás comercios, están hasta el copete (aclaro: no es acto de precampaña, es sólo un decir) de gente tratando de hacerse de sus regalos navideños o de los últimos ingredientes para su cena navideña.

Por eso, en estos tiempos de concordia, amor y reflexión, antes que regalos comprados en esas tiendas interminables, les deseo de todo corazón que bajo su arbolito navideño, Santa les haya dejado mucha felicidad, amor, salud, paz, armonía, un chingo de dinero y muchos condones para que cojan mañana, tarde y noche.

Si según los mayas ésta es nuestra última navidad, asegurémonos de que los días que vienen los aprovechemos al máximo. Comamos lo que se nos antoje, brindemos con los amigos, hablemos con la gente que queramos, cojamos mañana, tarde y noche, que al fin aquellito no es jabón, para gastarse. Practiquen el sexo oral, busquen brazos que los sepan abrezar y piernas que los sepan apiernar. Toquen, huelan, miren, escuchen, saboreen. Sacien cada uno de sus sentidos. Disfruten la vida, no porque los mayas tengan razón, ni porque de veras pueda acabarse el mundo, sino simplemente porque es muy cierto aquella recomendación escrita por no sé quién: Planea como si fueras a vivir por siempre y vive como si fueras a morir hoy.

Muy, pero muy feliz Navidad y muchas gracias por leer este blog.

Entren santos peregrinos...


Algo que recuerdo de mi infancia, es que una vez al año, después del 15 y antes del 24 de diciembre, los vecinos se ponían de acuerdo para organizar la posada de la calle.

Ahora voy a fiestas distintas, donde basta con que haya música, chupe y que sea en diciembre para decirle posada. La que organizaban los vecinos era todo un ritual. Nos juntábamos de veinte a veinticinco familias, cerrábamos la calle y la ocupábamos para montar mesas, sillas, adornos y demás folclor navideño. Claro que había casas con jardines donde podía armarse la pachanga, pero lo importante de la fiesta, era justamente que los peregrinos estuvieran en la calle, listos para buscar un hogar dónde pedir posada.

Cada año, la casa cambiaba y sus dueños eran los responsables del poche y los tamales y ponían a los peregrinos en su nacimiento. Lo demás lo ponían entre todos. Como la colonia se fundó con puras familias jóvenes, los hijos éramos más o menos de las mismas edades, así que era un corredero de chamacos con la adrenalina de las vacaciones hasta el tope, la expectativa de recibir a Santa Clós bien afianzada y el azúcar de las fiestas navideñas poniéndonos más pila que a los conejitos de energizer.

En algún momento de la noche, doña Virginia, nos llamaba a todos y nos formaba en fila india con velitas y luces de Bengala. Hasta el frente una pareja cargaba a los peregrinos y ella recitaba los versos del Ora pro nobis. Y ahí íbamos todos en procesión, cuidando el pábilo de nuestras velas y cantando la letanía, hasta llegar a la casa dónde recibirían a los peregrinos. Entonces sí, ya en un tono más alegre, empezábamos a cantar a grito pelón.

E-en el nombre del cie-e-e-lo
O-o-os pido posa-a-a-da,
Pues no puede anda-a-a-r
Mi-i esposa ama-a-a-a-a-a-da…

Con el “entren santos perros gringos”, encendíamos las luces de Bengala, nos repartían la colación, colgaban las piñatas y acabábamos corriendo y jugando por la calle hasta entrada la madrugada, cuando ya de plano el sueño nos vencía.

Anoche regresé de una posada, de las modernas claro, sin velitas ni peregrinos, con música mezclada con usb’s, chupe y buena vibra. Me la pasé a todo dar y tuve sexo delicioso, pero llegando a casa recordé aquellas posadas de la infancia, principalmente porque en una de ellas, en la última a la que fui, ya no siendo del todo una niña, descubrí el deseo y tuve mi primera experiencia sexual… pero no he de adelantar más, pues de eso se trata mi colaboración del próximo martes en El Gráfico, espero que les guste…

San Luis


Este jueves 8 de diciembre en San Luis Potosí: 
Teléfono local:
4448435140

Llamar es la parte fácil, lo que sucede si nos vemos, es muy difícil, pero de olvidar.
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