Feliz año nuevo

Éste ha sido un año ajetreado e inolvidable. Con claroscuros, como todos los años, pero también con la oportunidad de portar siempre una sonrisa y de llevar la frente en alto. Hoy, que termina el 2011, es una oportunidad para desearte que 2012 sea un año maravilloso. Un año en que la armonía, la abundancia, la felicidad, la salud y el amor se hagan presentes en tu vida. Arranquemos pues la última hoja al calendario, comamos las doce uvas, choquemos las copas y gritemos la cuenta regresiva. Después de todo, no es que algo de eso haga especial esta fecha, sino la confianza que ponemos en cada inicio, de que lo que viene debe ser mejor.


Un gran abrazo a todas y a todos. Gracias por darse sus vueltas por mi blog.

¡FELIZ 2012!

Lecciones empresariales

Cortesía de Ojos Azules

Caso 1: El uso de la información



Un hombre se va a dar una ducha en el momento que su esposa está terminando de hacerlo.

En ese preciso instante suena el timbre de la puerta. Después de algunos segundos de duda, ambos deciden que ella irá, por lo cual, se envuelve en una toalla, va, abre la puerta y se encuentra con el vecino de al lado de casa.

Antes de que ella pronuncie una palabra el vecino le dice:

- Le doy $ 1.000 si deja caer la toalla en el suelo.

Ella piensa unos segundos, se decide, deja caer la toalla y se queda en cueros frente al vecino que, después de unos segundos, mete la mano en el bolsillo, saca $ 1.000, se los entrega, da media vuelta y se va…

Aún confundida, cierra la puerta rápidamente, se envuelve otra vez en la toalla y vuelve al baño a secarse el pelo. Cuando llega, su marido le pregunta quién había tocado el timbre.

- El vecino de al lado, dice ella.

Y el marido le pregunta:

-¿Te devolvió los $1.000 que le presté?

ConclusiónSi usted comparte la información crítica con sus asociados, principalmente sobre créditos y riesgos, evitará situaciones indeseables.

Caso 2: Estar bien informado


Un cura va conduciendo cuando ve una monja parada a un lado de la carretera, esperando el autobús.

El cura se detiene y le ofrece llevarla hasta el pueblo más próximo. La monja acepta y pone el equipaje en el asiento trasero. Al sentarse, su hábito se abre un poco y deja ver una hermosa pierna. Cuando el cura lo advierte casi ocurre un accidente. Consigue controlar el coche, aunque no resiste la tentación y pone la mano en la pierna de ella.

La monja mira al cura y le dice:

-Padre, recuerde el Salmo 129.

El cura retira rápidamente su mano y pide disculpas, pero sus ojos se resisten a dejar de mirar la pierna, por lo que, poco después, su mano salta de la palanca del cambio esta vez a la rodilla de la monja:

- Padre, recuerde el salmo 129, reitera la monja.

El cura, contrariado, retira la mano y trata de disculparse:

- La carne es débil, hermana…

Llegan a su destino y ella mira al cura significativamente y le agradece el favor de haberla acercado a su destino. El cura prosigue su viaje y cuando llega a su destino corre a ver lo que dice el salmo 129.

Salmo 129: "Sigue adelante e inténtalo. Alcanzarás la gloria".

Conclusión
Esté informado al máximo sobre temas relacionados con su trabajo o se expone a perder grandes oportunidades.

Caso 3: Cómo reaccionar ante una situación desfavorable.

Un joven de la ciudad se fue al campo y le compró un burro a un viejo campesino por $100.00 El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente, pero al día siguiente el campesino le dijo:

- Lo siento, hijo, pero tengo malas noticias. El burro murió.
- Bueno, entonces, devuélvame mi dinero.
- No puedo, lo he gastado ya.
- Bien, da igual, entrégueme el burro.
- Y ¿para qué? ¿qué va a hacer con él?
- Lo voy a rifar.
- ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto?
- Es que no voy a decir a nadie que está muerto, por supuesto.

Un mes después de este suceso se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador.

- ¿Qué pasó con el burro?
- Lo rifé. Vendí 500 boletos a $2.00 y gané $998.00
- ¡¡¿Y nadie se quejó?!!
- Sólo el ganador, pero a él le devolví sus $ 2.00

ConclusiónÉste es un ejemplo de cómo convertir una situación desfavorable en un éxito.

Caso 4: Sobre la información correcta y veraz

Un reo, condenado a cadena perpetua por asesinato premeditado y alevoso, se fuga de la prisión después de estar 22 años en la cárcel. Al huir entra en una casa en la que duerme una joven pareja. El reo ata al hombre en una silla y a la mujer en la cama. A continuación acerca su rostro al cuello de la mujer y sale de la habitación. Arrastrando la silla, el hombre se acerca desesperadamente a su mujer y le dice:

- Mi amor, este hombre no ha visto una mujer en años. Lo vi besando tu cuello y, aprovechando que ha salido, quiero pedirte que cooperes con él y hagas todo lo que te pida. Si quiere tener sexo contigo no lo rechaces y finge que te gusta. No lo hagas enojar. ¡Nuestras vidas dependen de ello! Sé fuerte, mi vida; yo te amo.

La joven esposa le dice al marido:

- Querido, estoy complacida de que pienses así. Efectivamente, ese hombre no ha visto en muchos años una mujer, pero no estaba besando mi cuello. Estaba diciéndome al oído que tú le gustas y me quería saber si guardábamos la vaselina en el lavabo. ¡Sé fuerte, mi vida! ¡¡Yo también te amo!!

Conclusión
No estar informado verazmente puede acarrear serios inconvenientes. La información pronta y exacta es fundamental para sortear con éxito el ataque de la competencia desleal y así evitar ingratas sorpresas.

Caso 5: Sobre los planes estratégicos

Un muchacho entra en una farmacia y dice al farmacéutico:

- Señor, deme un preservativo. Mi novia me ha invitado esta noche a cenar en su casa y está que se derrite por mí, así que esta noche pretendo calmarla.

El boticario le despacha el preservativo y cuando el joven va a salir, vuelve sobre sus pasos y dice:

- Será mejor que me dé usted otro preservativo porque la hermana de mi novia, que es un bombón, me hace unos cruces de piernas que le veo hasta las entrañas, y como voy a ir a cenar a su casa…

Coge el segundo preservativo, piensa un momento y…

- Déme uno más, porque la madre de mi chica, que está de muerte la señora, cuando no está mi novia delante, me hace unas insinuaciones que… y como voy a ir a cenar a su casa esta noche…

Llega la hora de la cena y el muchacho tiene a un lado a su novia, al otro a la hermana y enfrente la mamá de ambas. En ese instante llega el padre, que se sienta al frente de la mesa. El muchacho baja la cabeza y empieza a rezar:

- Señor, te damos gracias por los alimentos… Bendícenos a todos… Y perdónanos si en algo te hemos ofendido…

Pasa un minuto y el chico sigue rezando:

- ¡Gracias Señor!

A los diez minutos de rezos y oraciones la novia le dice:

-No sabía que fueras tan religioso…

- ¡¡Ni yo que tu padre era el farmacéutico!!

ConclusiónNo comente los planes estratégicos de la empresa a desconocidos porque la falta de confidencialidad le puede destruir su propia organización.
Caso 6: Quien habla último…

Un vendedor, un empleado administrativo y el gerente van a almorzar y, tirada en el suelo, encuentran una antigua lámpara de aceite. La frotan y aparece un Genio envuelto en una nube de humo.

- Como generalmente otorgo tres deseos, les voy a dar uno a cada uno, dice el Genio.

- ¡A mi primero! ¡Yo primero! Porfía el empleado administrativo. Quiero estar de vacaciones en el Caribe y … ¡Puff! …¡Desaparece!

Sin salir de su asombro, el vendedor grita:

-¡Ahora a mí! … Quiero estar en Hawai, descansando en la playa con mi masajista personal, con una inagotable provisión de cerveza y con una top model. Y … ¡Puf! … ¡Desaparece!

- Bueno, ahora te toca a tí, le dice el Genio al gerente.

- Quiero que esos dos vuelvan a trabajar después del almuerzo, dice él.

Conclusión
Siempre hay que dejar que el jefe hable el primero.

Feliz Navidad (Dos ciudades)



Los días previos a la noche buena, digamos 22, 23 y 24 de diciembre, coexisten dos realidades en la Ciudad de México:

Por un lado, es una ciudad prácticamente deshabitada, en la que puedes transitar por calles que no están atestadas de coches, una ciudad donde las vialidades no están en obra, ni venden gorditas de nata en los carriles de alta del periférico; una ciudad en la que puedes dar un paseo a pie sin fumarte el escape de los coches que avanzan a vuelta de rueda; una ciudad desde la que puedes ver que más allá de los edificios y caseríos, hay dos hermosos volcanes nevados sobre los que se cuentan hermosas leyendas; una ciudad donde puedes recorrer de Patriotismo al Centro Histórico en diez minutos, o de viaducto a satélite en quince. Una ciudad hermosa, ligera, en paz, donde terminas por preguntarte ¿A dónde diablos se metió tanta gente?

Entonces te encuentras con la otra realidad de esta misma hermosa ciudad. Si de verdad quieres saber a dónde se metió la chilanguiza del 22 al 24 de diciembre, entonces trata de ir a un centro comercial. Ahí sí, las filas kilométricas están hasta para entrar a los estacionamientos. Los supermercados, las tiendas departamentales, las plazas, bazares, tianguis y demás comercios, están hasta el copete (aclaro: no es acto de precampaña, es sólo un decir) de gente tratando de hacerse de sus regalos navideños o de los últimos ingredientes para su cena navideña.

Por eso, en estos tiempos de concordia, amor y reflexión, antes que regalos comprados en esas tiendas interminables, les deseo de todo corazón que bajo su arbolito navideño, Santa les haya dejado mucha felicidad, amor, salud, paz, armonía, un chingo de dinero y muchos condones para que cojan mañana, tarde y noche.

Si según los mayas ésta es nuestra última navidad, asegurémonos de que los días que vienen los aprovechemos al máximo. Comamos lo que se nos antoje, brindemos con los amigos, hablemos con la gente que queramos, cojamos mañana, tarde y noche, que al fin aquellito no es jabón, para gastarse. Practiquen el sexo oral, busquen brazos que los sepan abrezar y piernas que los sepan apiernar. Toquen, huelan, miren, escuchen, saboreen. Sacien cada uno de sus sentidos. Disfruten la vida, no porque los mayas tengan razón, ni porque de veras pueda acabarse el mundo, sino simplemente porque es muy cierto aquella recomendación escrita por no sé quién: Planea como si fueras a vivir por siempre y vive como si fueras a morir hoy.

Muy, pero muy feliz Navidad y muchas gracias por leer este blog.

Entren santos peregrinos...


Algo que recuerdo de mi infancia, es que una vez al año, después del 15 y antes del 24 de diciembre, los vecinos se ponían de acuerdo para organizar la posada de la calle.

Ahora voy a fiestas distintas, donde basta con que haya música, chupe y que sea en diciembre para decirle posada. La que organizaban los vecinos era todo un ritual. Nos juntábamos de veinte a veinticinco familias, cerrábamos la calle y la ocupábamos para montar mesas, sillas, adornos y demás folclor navideño. Claro que había casas con jardines donde podía armarse la pachanga, pero lo importante de la fiesta, era justamente que los peregrinos estuvieran en la calle, listos para buscar un hogar dónde pedir posada.

Cada año, la casa cambiaba y sus dueños eran los responsables del poche y los tamales y ponían a los peregrinos en su nacimiento. Lo demás lo ponían entre todos. Como la colonia se fundó con puras familias jóvenes, los hijos éramos más o menos de las mismas edades, así que era un corredero de chamacos con la adrenalina de las vacaciones hasta el tope, la expectativa de recibir a Santa Clós bien afianzada y el azúcar de las fiestas navideñas poniéndonos más pila que a los conejitos de energizer.

En algún momento de la noche, doña Virginia, nos llamaba a todos y nos formaba en fila india con velitas y luces de Bengala. Hasta el frente una pareja cargaba a los peregrinos y ella recitaba los versos del Ora pro nobis. Y ahí íbamos todos en procesión, cuidando el pábilo de nuestras velas y cantando la letanía, hasta llegar a la casa dónde recibirían a los peregrinos. Entonces sí, ya en un tono más alegre, empezábamos a cantar a grito pelón.

E-en el nombre del cie-e-e-lo
O-o-os pido posa-a-a-da,
Pues no puede anda-a-a-r
Mi-i esposa ama-a-a-a-a-a-da…

Con el “entren santos perros gringos”, encendíamos las luces de Bengala, nos repartían la colación, colgaban las piñatas y acabábamos corriendo y jugando por la calle hasta entrada la madrugada, cuando ya de plano el sueño nos vencía.

Anoche regresé de una posada, de las modernas claro, sin velitas ni peregrinos, con música mezclada con usb’s, chupe y buena vibra. Me la pasé a todo dar y tuve sexo delicioso, pero llegando a casa recordé aquellas posadas de la infancia, principalmente porque en una de ellas, en la última a la que fui, ya no siendo del todo una niña, descubrí el deseo y tuve mi primera experiencia sexual… pero no he de adelantar más, pues de eso se trata mi colaboración del próximo martes en El Gráfico, espero que les guste…

San Luis


Este jueves 8 de diciembre en San Luis Potosí: 
Teléfono local:
4448435140

Llamar es la parte fácil, lo que sucede si nos vemos, es muy difícil, pero de olvidar.

Y entonces, qué fue...

Ya aterricé en Veracruz, estoy lista para sus llamadas. 
Teléfono acá: 2291055305



Pues resulta que, al menos hasta el momento, nadie le ha atinado, así que habrá que esperar a mañana tempranito, para que si así lo quieren, lean en El Gráfico la continuación de la historia.

En realidad no fue gran cosa, fue (digamos) una atenta invitación a volver al pasado, al menos por un rato, al menos en algunas sensaciones.

Me gustaron mucho sus ideas, proponer un negocio, un calentario, un video, un trío (sólo que sea de los que cantan boleros), una sesión de fotos sexys, participar en mi columna, hacer algo de sadomasoquismo, planear juntas una venganza (me encanta cuando me vengo) y ¡hasta una película!

El regalito se lo voy a dar a quien más se acercó a la realidad, pues si hubo uno, pero lo anuncio mañana ya que esté disponible la columna en El Gráfico.

Eso sí, de entre todas las ideas, una que se repitió pero que la neta yo no le entraría es a eso de convertirme en hada, abrir una agencia ni nada que se le parezca.

Yo tuve suerte, dentro de lo que cabe, conocí a una persona, el hada, con quien trabajé y no abusó. Se llevaba, desde luego, una buena tajada por el trabajo que yo hacía, pero después de todo, eran sus clientes. Sin embargo, siempre fue derecha, buena pagadora y no obligaba a nadie a hacer nada ni perpetraba esas historias de terror que a veces están relacionadas con este medio. A mí me tocó caer en blandito.

Eso sí, yo sé qué hago con mi cuerpo y con mi tiempo, ha sido una decisión mía trabajar en lo que trabajo, pero aunque siempre trato de presentar y hablar del lado bueno y escribir con optimismo, también siempre he reconocido que todo esto tiene un lado gris, que no es cosa de andar de fiesta en fiesta o de beso en beso y que, aunque a mí me ha funcionado, a nadie le recomendaría que trabaje en esto. Para vender tu intimidad hay que estar curtida y si no lo estás, este oficio curte y, tarde o temprano, endurece. Creo en el karma, por lo que, aunque se presentara como una buena oportunidad de negocio, de ninguna manera aceptaría dinero ofreciendo o como intermediaria de los servicios sexuales de otra chava y lo que menos haría, sería iniciar a una joven en esto o participar en la monstruosidad de la trata de personas. Me encanta dormir tranquila y eso sólo se puede con la conciencia en paz.

Un beso…

No olviden jarochos, hoy jueves y mañana viernes, en el Puerto de Veracruz

¿Qué quiso Bianca?


Pues sí, comí con Bianca y sí, nos divertimos. Después de muchísimo tiempo de no vernos me llamó y me invitó a comer. Se veía tan guapa como en tiempos de la agencia, su rostro hermoso, sus curvas pronunciadas, sus nalguitas redondas y sus piernas firmes e interminables. Estuvimos un buen rato platicando de los viejos tiempos, de las amigas, de los amigos, del hada, de los clientes, de nuestros inicios. ¡Ah sí!  Y la propuesta seductora...

-Oye- me dijo casi al final de la conversación –Me contaron que tú eres Lulú Petite ¿Es cierto?
-Sí, soy yo ¿Quién te dijo? ¿Paulina?
-No importa. Hay algo que quiero proponerte.

De lo que me propuso les cuento este jueves en El Gráfico, pero mientras a ver qué tan creativos son ¿Qué se les ocurre que me pudo proponer? Al primero que le atine (si alguien le atina) le mandaré un regalito electrónico ¿Qué tal?

Por cierto. Éste jueves, 1 de diciembre, voy a estar en Veracruz. El viernes 2 en Coatzacoalcos… Si eres de allá puedes ir apartando cita llamando a mi teléfono chilango… Ja, ja, ja. Besitos.



Bianca


El martes 29 de noviembre, en El Gráfico, voy a contar la historia de Bianca, una chava mega guapa con quien trabajé en la agencia. Tiene un rostro precioso y su cuerpo es una delicia, las curvas más pronunciadas que las de una montaña rusa y unas piernas, que parecían imanes para las miradas de todos los canijos lujuriosos que se le paraban enfrente. De esas piernas largas, delgadas y atléticas, con muslos firmes y sólidos (sin llegar a musculosos) sin siquiera una leve marca de celulitis. Cuando usa tacón alto, además de que se le marca la curva de las pantorrillas, se le paran las nalguitas de un modo casi insolente. Era (y sigue siendo) un pinche avión de vieja.

Por si fuera poco, según me cuenta, salió noviera desde chiquilla. Empezó a coger apenas entró en la adolescencia y, desde entonces, no paró. Siempre nos contó orgullosa que se las chupó a casi todos los vecinos de su calle y que en la prepa se cogió a un chorro de compañeros y a un par de maestros.

De la escuela sólo le gustaba el reventón, por eso cuando vio que si quería terminar la prepa debía repetir el tercer año, decidió mandar los libros al diablo y comenzar a trabajar. Primero, como hostess en un restaurante, luego con nosotras en la agencia.

Hace unos días comí con ella y me contó la historia de porqué se inició en esto, además (claro), de hacerme una propuesta indecentísima que me encantó. Algo curioso es que ya sabe que soy Lulú Petite, que tengo este blog y que escribo en el periódico ¿Cuántas de tiempos del hada sabrán esta parte de mi presente?

De cualquier modo, siempre resulta divertido encontrarme a alguien de aquel tiempo. Bueno, si quieren, mañana me leen... sí, en El Gráfico.



Próximas giras:
martes 29 de noviembre, Puebla
jueves 1 de diciembre, Veracruz
viernes 2 de diciembre, Coatzacoalcos
martes 6 de diciembre, Cuernavaca
jueves 8 de diciembre, San Luis Potosí
Un solo día en cada lugar

Visitando Toluca...



ESTE JUEVES 24 DE NOVIEMRE
ESTARÉ DE VISITA EN TOLUCA


Si estarás allá y se te antoja pasar un rato conmigo, mi 
cuerpecito estará encantado de conocerte... 


LLÁMAME AL 7221737373

También me puedes llamar al cel del DF, 5532725022

De qué escribir

Estoy  en el Distrito Federal, 5532725022

Como lo comenté hace unos días, cuando estaba en la agencia y no había mucha chamba, nos daba por platicar. Las pláticas entre mujeres, pueden tratar de los más diversos temas, pero siempre existe el riesgo de que terminemos hablando de hombres. En lo encantadores y odiosos que pueden ser. En lo predecibles que son para unas cosas y en lo complicados que son para otras.

A veces platicábamos sobre los clientes, sobre sus costumbres y estilos, sobre quién nos gustaba o quién preferíamos que lo atendiera alguien más. Otras veces, la mayoría, hablábamos de hombres, pero de los que nos movían el tapete, de esos a los que no les cobrábamos y compartían nuestras sábanas después de las jornadas de trabajo, de aquellos con los que hacíamos planes del tipo "erase una vez" y "felices para siempre". Yo era muy discreta, no me gustaba hablar de mi vida privada (quién me leyera ahora), así que callaba y escuchaba.

Ahora, en El Gráfico, cuando escribo de mi vida personal. Las opiniones se dividen, hay a quienes les gusta que cuente exclusivamente pormenores del negocio, cuántos clientes atendí, cómo lo hicimos, si lo disfruté, si fue malo. Prefieren que sólo cuente asuntos de sexo por dinero. Hay también otro grupo de lectores y lectoras que les gusta que cuente otros detalles de mi vida, la escuela, los pretendientes, los ratos en que el corazón me late y se da el lujo de aceptar a alguien en mi cama por el puro gusto de un orgasmo no financiado. Ultimadamadresmente podría decir que escribo lo que me nace, pero algo en el orgullo me obliga a corresponder a cada lector que se tome el tiempo de leer lo que escribo en el periódico, acá o en el twitter y, naturalmente, eso hace imposible darle gusto a todos. Lo más sencillo es seguir como hasta la fecha, diciendo de mi vida las cosas que me van pasando, así eso tenga que ver con clientes, con Goliats, con Davides, o con lo que sea, el chiste es ir dejando testimonio de lo que me va pasando, en una ciudad convulsa, viva, hermosa, contradictoria y, eso sí, muy cachonda.

De todos modos, acá puedo leer opiniones. Con la idea de que he de escribir sobre lo que me pasa o me consta, no me caería nada mal saber qué temas les gustaría que tocara en el periódico, de qué escribir, que puede servir para sacarles una sonrisa o inspirarlos para que se tejan una chamarrita. En fin, ganas es lo que sobran, opiniones nunca y siempre serán bien agradecidas...



No olviden, hoy Distrito Federal, mañana Toluca, el viernes Querétaro y el sábado León...

Besitos

Gira Noviembre 2011





Amigos, no lo olviden, gira noviembre 2011, comenzando: 

MAÑANA 8 DE NOVIEMBRE EN PUEBLA

Mi celular poblano: 2223342025

10 EN TOLUCA, 11 EN QUERÉTARO, 12 EN LEÓN!!!

El chiste es pasarla rico, hagámoslo juntos ¿Va?

Nuevas fotos


Estaba saliendo de la escuela y recién encendía el teléfono de trabajo. Me subo a mi coche, prendo el radio y agarro camino para la casa, de pronto ¡Ring! Suena el celular.

-¿Hola?- Respondo amablemente
-¡Hola! ¿Lulú?
-Sí, soy yo
-Hola Lulú, pues es que mira... vi tus fotos en el periódico y... quería que me explicaras cómo funciona el servicio...
-Si mira, cobro tanto, es un trato de novios con muchos besitos y caricias, sexo oral y vaginal, todo con preservativo. No hago sexo anal y nos podemos ver en tales y cuales hoteles.
-Pero entonces ¿Si das besos? ¿En los labios?
-Sí. Aunque claro, se disfrutan más si tienes bien lavaditos tus dientes.
-Eso sí, lo prometo. Oye... pero ¿Te puedo hacer otra pregunta?
-Claro, ya la estás haciendo...
-Oye ¿Tú eres la de las fotos del periódico?

Me preguntan a menudo si la chava que aparece en las fotos de la columna soy yo ¡Claro que sí! Para bien o para mal, las curvas que martes y jueves decoran El Gráfico son mías. Igual que todas las demás, que están en mi blog, que subo al twitter y demás. Claro, siempre puede quedar la duda, siempre pueden quedar ganas de verme sin blur en el rostro, o de tocar a ver si todo está como parece. Eso es muy fácil, cosa de llamar al (044) 5532725022 y programar una cita. Estoy segura que te va a encantar.

El caso es que ya salió en El Gráfico la nueva imagen de mi colaboración semanal, apenas unos días después de la entretenida y maratónica sesión de fotos en un nuevo y colorido motelito. Así que como ya tengo nuevas fotos, será cosa de irlas subiendo, por lo pronto, acá dos...

Mientras, les informo.

Toda esta semana estaré acá, trabajando en el DF.
Martes 8 de noviembre estaré en Puebla;
Jueves 10 de noviembre estaré en Toluca;
Viernes 11 de noviembre estaré en Querétaro; y
Sábado 12 de noviembre estaré en León.

 ¡A trabajar!

NOTA: SI LE DAS CLICK A LAS FOTOS
SE HACEN GIGANTES JI, JI.

Querétaro Lindo


Siempre me va bien en Querétaro. Y no lo digo por la cantidad, sino por la calidad de los clientes que allá he conocido. También, como en todos lados, habrá uno que otro como el lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, que pueden hacerte pasar experiencias nefastas, pero en general, en Querétaro siempre han sido personas divertidas, prudentes, buena onda y, claro, sabrosamente cogelonas.

Hace poco, que anduve por allá, conocí a Querétaro Lindo (así le voy a llamar), se portó de maravilla y de eso trata la colaboración de este martes en El Gráfico. Lo que en El Gráfico no conté, es que después de que me le monté y le saqué el amor cabalgándolo, él se incorporó y me regaló un espléndido cunnilingus. Con su boca entre mis piernas, fue llevándome hasta hacerme apretar su cráneo y sentir las arañitas del placer, fugarse por mis venas.

Me encantó visitar Querétaro, ojalá les guste la colaboración...

Un beso

Decálogo sexual


Una muy buena amiga me dijo hace unos días unas palabras con vocación de declaración de principios. Estábamos compartiendo unos tequilas y, al calor de los chupes y el cotorreo, salió  a la conversación aquella historia casi heroica de la marcha de las putas y, claro, hablamos sobre mi amiga Minerva Valenzuela, su valentía y su simpatía. Entonces, como si hubiera sido inspirada por una locomotora de perspicacia, mi amiga, fan como yo de la cabaretera fina, declaró punto por punto algunas de sus más firmes convicciones sexuales.

Me habría encantado tener a la mano una grabadora o al menos una libretita para ir anotando lo que de su boca salía, pero aunque mi memoria es traicionera, trataré de repetir, con mis propias palabras y con los defectos de la inexactitud del intérprete, la filosofía de colchón de mi amiga feminista, inteligente y lúcida, en una especie de decálogo:

1. Todos los seres vivos tenemos derecho al sexo. Siempre que haya consentimiento, el derecho a coger y ser cogido(a) debería estar, mínimo, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y entre las garantías individuales de las constituciones de todos los países modernos.

2. Como el sexo debe ser reconocido como un derecho universal, la educación sexual debe ser también garantizada. La educación debería de ser reconocida en todas las constituciones nacionales, como laica, gratuita, obligatoria y promotora de una sexualidad saludable y adecuada a cada edad, de modo que un niño o niña sepa siempre defender su infancia comprendiendo su cuerpo y todo adulto ejercer de manera informada su derecho al placer sexual.

3. Dicen quienes saben que, de lo que aprendemos en la escuela, sólo retenemos en nuestra vida adulta entre un 5 y un 10%. Pocos podrían decir, sin googlearlo, qué es un pretérito pluscuamperfecto, pero cualquiera podría decir si es más sabroso coger de a perrito o de cucharita, entonces ¿Por qué en las escuelas nos educan más para lo que menos nos importará en la vida? ¿Por qué no se le ocurre a alguien una educación más humanista? ¿Por qué no crear asignaturas sobre el amor, sobre las relaciones, sobre la familia, sobre la amistad, sobre las pérdidas y el duelo? Vivimos, en la intimidad, tratando de entender nuestro corazón y en la escuela se la viven tratando de enseñarnos a entender una hipotenusa que nos importa un bledo. Ofrecer menos matemáticas y más educación sexual, tendría más chavas y chavos felices e informados y, claro, disminuiría la reprobación y los embarazos no deseados.

4. Cualquier conducta sexual es aceptable, siempre y cuando sea voluntaria, adecuada a la edad de los practicantes y nadie salga lastimado.

5. Robar una inocencia o que un adulto adelante premeditadamente la madurez sexual de un menor, es un crimen que no debe perdonarse. La pedofilia debe ser el delito más duramente castigado en los códigos penales.

6. El género es un regalo de la naturaleza. La mujeres tenemos vaginas, los hombres penes. Con eso, las combinaciones son infinitas, pero igualmente bellas, el comportamiento sexista no sólo está pasado de moda, está penado (o debería).

7. Lo que hacemos en la cama es sólo un pedacito insignificante de lo mucho que hacemos en la vida, nos hace felices y plenos (as), pero no nos define. A nadie debe discriminarse por sus preferencias sexuales, sean cuales sean (siempre que se cumpla lo expuesto en los puntos 4, 5 y 6).

8. El placer es salud, venimos al mundo a ser felices y el sexo es parte de esa felicidad, es parte de una plenitud que merecemos. No importa la edad, situación económica o condición física, todos tenemos derecho al sexo. El viagra debe ser parte de la canasta de medicamentos básicos que se repartan gratis, igual que los condones.

9. El trabajo sexual es un trabajo. La explotación sexual es un delito. Perseguir lo primero no resuelve lo segundo. Atender y comprender el trabajo sexual, sin prejuiciar ni condenar a trabajadoras (es) y clientes, sería el primer paso para desarticular el negocio vil de los explotadores.

10. Los seres humanos nacimos para amar y no hay amor más pleno que el que expresamos voluntariamente, armoniosamente y amorosamente con nuestros genitales.

Ella lo dijo más bonito, lo juro, pero al menos traté de que no se perdieran entre el humo de la conversación algunas de sus dulces palabras. En fin, comparto.

Un beso

Mañana Toluca



MAÑANA, MARTES 11 DE OCTUBRE
ESTARÉ EN LA BELLA TOLUCA
LLÁMAME AL 7221737373
SI QUIERES PASARLA RICO


(Puebla tuve que posponerlo, sorry)

Voyeur


Como cometí un error en cómo mandé mi más reciente colaboración a El Gráfico y no se entienden los últimos párrafos, acá va la versión completa (Voyeur y El vecino):

Querido Diario:
Iba saliendo de clase y me llamaron por teléfono.


-Si ¿bueno?
-¿Lulú? Hola, me llamo Alex. Me gustaría conocerte, bla, bla, bla...


Llegué a casa, comí, me di una ducha calientita y empecé a prepararme. Quedé de conocer a Alex a las cinco en el Villas, eran las tres y media. Salí del baño envuelta en una toalla, secándome el cabello. Me quedé mirando al ventanal de mi departamento, que va de pared a pared y da a una terracita. La calle se oía tranquila, apenas unos cuantos coches circulando. En el edificio de enfrente, casi todas las cortinas estaban cerradas, excepto la de un vecino. Allí estaba él, haciendo ejercicio en su caminadora, con audífonos y la mirada hacia abajo. Se veía guapo. Siempre me lo ha parecido cuando coincidimos en la calle, es un tipo delgado, con el cuerpo bien marcado, cara seria, siempre con la sombra de un rasurado subversivo. A veces me lo topo en la calle, pero no nos saludamos, especialmente porque siempre se aparece con su novia, una chava más o menos buenona, pero con cara de sope mal pellizcado. Me le quedé viendo desde mi depa. Sudando en su aparatito, corriendo, haciendo el justo esfuerzo por mantener esa figura que lo hace tan deseable.


Me metí a mi recámara y abrí el clóset. Lo primero que apareció fue un vestido blanco de tirantes, falda corta, buen escote y con la espalda al aire. Me lo compré hace unos días y se me antojó estrenarlo. Supongo que ver al vecino ponerse en forma me entusiasmó para también verme atractiva, aunque fuera para cogerme a un cuate que ni conozco.


Estaba sacando el vestido cuando sonó de nuevo el teléfono. Estaba en la sala, así que aún envuelta en la toalla, fui a contestar.
- Hola cariño- Me dijo alguien en el celular -¿Me podrías dar informes?


No me gusta mucho que me digan cariño, cosita, nena, ni demás adjetivos tipo Don Juan en tiempos de hambre, pero tampoco es motivo para ponerme mamila, así que le di la información usual, el preguntón agradeció y colgó. Era uno de esos curiosos con poca intención de convertirse en clientes.


A media llamada me di cuenta de que el vecino me estaba mirando. Evité que nuestras miradas se encontraran, pero vi con toda claridad que ya no estaba corriendo, que seguía en la caminadora muy despacito y sin quitarme los ojos de encima. Luego, luego ese condenado diablito lujurioso que me da los mejores consejos, hizo que me palpitara el erotismo.


Sabía que ya tenía su atención, podía coquetearle impunemente, enseñarle lo que podía encontrarse apenas cruzando la calle, sin parecer que me le estaba ofreciendo. Comencé por peinarme en la sala, casi frente a la ventana, dejando que la toalla revelara todo sin dejar ver nada. De esas veces que un pliegue deja ver un poco más del muslo, por otro se asoma un pezón, pero ninguno deja ver completa la mercancía.


Con la misma maña me maquillé, sentadita en el comedor, dejando que la ventana y la toalla deleitaran de a cuenta gotas a mi gentil y conocedor público. Tardé un rato en todo eso, tanto que corría el riesgo de caer en la monotonía y perder a la atenta audiencia. Era momento de la entrada triunfal de mis cremas corporales.


Abrí el pomo, unté en mis dedos índice y cordial un poco de crema para el cuerpo y dejé caer la toalla. Completamente desnuda comencé por masajear mis senos, mi abdomen, me abracé para poner crema en mis brazos y después untarla con delicadeza y muy despacito por mis piernas. Después me levanté, de espaldas al ventanal, unté un poco de crema en la parte trasera de mis muslos, me froté las manos y me metí a mi habitación.


Salí unos minutos después, ya con mi vestido blanco y los tacones. Me arreglé el cabello fingiendo que miraba mi reflejo en el cristal y, haciendo como que no lo veía, comprobé que ahí seguía con los ojos clavados a mi ventana. Luego me salí.


Llegué a mi cita con Alex más caliente que un pollo en rosticería. Me había quedado de ver con él a las cinco, en su hotel. En principio, sería un cliente más, el caso es que, todo el camino fui pensando en el vecino, en lo mucho que me excitó darle aquel espectáculo gratuito, dejarme ver, dejarme desear. Saberme observada por él me puso calentona. No sólo porque el hecho de que ser admirada estimula la autoestima de cualquiera, sino porque además el vecinito siempre me ha parecido un caramelote.


El asunto es que le di al vecino un espectáculo exclusivo de strip tease digno de un show de Las Vegas. Le enseñé poco a poco y con todas mis armas de zorrería, las delicias de mi anatomía. Después salí de mi departamento, me trepé a mi coche y me fui al motel, a atender a mi cliente. Todo el camino fui pensando en el vecino, en lo mucho que me gustó desnudarme frente a él, dejarme ver, dejarme desear y hacer como si no me diera cuenta. Lo imaginé deseándome desde su ventana, deseándome en su cama, masturbándose pensando en su vecinita de enfrente. Cuando Alex me abrió estaba tan cachonda que me le fui a los labios.


Desde que iba en el coche, rumbo al motel, estuve fantaseando con el vecino y, como después de todo me dirigía a un hotel a coger, decidí jugar a que Alex, mi cliente, sería el vecino guapo. Decidí que llegaría a su habitación, imaginando que era el departamento del vecino, que llegaría con el vestido blanco que él me vio ponerme. Que tocaría a su puerta y entraría para entregármele como si fuera el del departamento de enfrente. Por eso cuando entré a la habitación de Alex, llegué tan ganosa que no quería sino revolcarme con él en la cama.
Cuando abrió le di un beso de esos que no te esperas, demasiado íntimo para tratarse de una persona que nunca antes habías visto. Me invitó a pasar y detrás de mí, cerró la puerta. Me siguió por el vestíbulo, la habitación estaba semioscura, apenas iluminada por las luces de la cabecera. Él caminó detrás de mí, de pronto lo sentí acercarse, sentí su aliento en mi nuca, su lengua en mi oreja, sus manos bajando los tirantes de mi vestido, su sexo erecto rozando mis nalgas y su voz prometiéndome al oído.


- Quiero que lo pasemos muy rico. Te traigo muchas ganas.


No le contesté, sólo sonreí e incliné un poco mi cabeza hacia la derecha, para que su lengua pudiera pasar de mi oreja al cuello. Cerré los ojos e imaginé que eran las manos, la lengua, la cadera del vecino guapo las que me estaban haciendo estremecerme. El cliente, además, también estaba guapo y se veía buena onda. Me seguía lamiendo el cuello y yo dejándome consentir.


Poco a poco, empecé a reaccionar y mientras él seguía entretenido con mi cuello, yo llevé mis manos hacia atrás y me puse a hurgar en sus pantalones; le acariciaba por encima del pantalón, sintiendo las reacciones de su sexo que ya se sentía duro. Cerré los ojos pensando al vecino en su caminadora.
Él metió las manos bajo mi vestido, sin dejar de besarme el cuello, me subió la falda hasta la cintura. Entonces me dio vuelta y me besó apasionadamente, apretando mis nalgas con sus manos. Terminó de sacarme el vestido después de que yo le abrí el pantalón y le desabotoné la camisa. Me desabrochó el sostén y lo dejó caer mientras. Nos seguimos besando, sintiendo el roce de nuestras pieles, sus manos en mi espalda, el sabor de sus labios y la fricción de su pecho en mis pezones, duros como mármoles.


Me tumbé en la cama. Me quité la lencería y me puse a jugar un poco con mi sexo. Él se terminó de desnudar frente a mí, sin quitarme los ojos de encima, luego brincó al colchón buscando mis labios. Fue un beso largo mientras su mano paseaba entre mi abdomen y mi vulva.  Yo también busqué su sexo duro y me puse a masajearlo. Nuestros labios se entendían, besos limpios y pacientes. Yo, con los ojos cerrados, no dejaba de pensar en el vecino, en el espectáculo, en el deseo. Entonces le puse el condón y me acosté de espaldas, jugando de nuevo con mi sexo.


Se montó en mí, me levantó una pierna, la puso sobre su hombro y me la metió despacito. Hum, hum, hum... se movía rico. Yo estaba completamente lubricada y sentía como él embonaba riquísimo en mi cuerpo. Cambiamos varias veces de posiciones. Yo estaba boca abajo, abrazando una almohada cuando nos venimos al mismo tiempo.


Me volví a topar con el vecino guapo hasta el día siguiente, para no variar iba con su novia, la cara de sope mal pellizcado. Sonreí al salir de mi coche, viendo hacia el suelo, como si mi sonrisa no tuviera destinatario, después me arreglé el cabello con la mano mostrando cara y cuello, disparando a los ojos del vecinito una mirada retadora. Él se puso nervioso, abrió la puerta del coche a su novia y se subió de prisa ¡Para eso me gustaba! La cara de sope, se me quedó viendo como leona herida. No sé qué vio, pero se notaba en su mirada que llevaba al menos clavada la espina de la duda.


Un beso
Lulú Petite

Querétaro: 4423159027



ESTE VIERNES 7 DE OCTUBRE

EN QUERÉTARO
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SÓLO EL VIERNES

EL SÁBADO ESTARÉ DE REGRESO
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