El tierno se fue...

Lo confirmo. Para todos los que decían ¡Ya chole! Pues ya, David y yo terminamos. Para quienes amablemente opinaban que el chiste era que contara sobre las netas en mi vida, no he de dejar de hacerlo. Ahorita no estoy de ánimo, pero la próxima vez que le dedique una colaboración en El Gráfico al buen David, será nomás para contar cómo es que nos mandamos a la burguer. Pero eso será en un par de semanas, ahorita me da flojera escribirlo, mientras, el tierno se fue...

Sesenta y nueve


En el sexoservicio hay muchos números: 

Número de habitación, número de veces que lo hagamos, números de teléfono, número de minutos que hay que esperar y número de minutos que dura el servicio, el número que te doy cuando preguntas cuánto cobro o el número de clientes que se atienden al día, números, números y más números, pero en este asunto de la numeraria, si hay un número que se explica por sí solo y a todos nos encanta es el sesenta y nueve.

Este martes, en El Gráfico, va mi columna número 69. No se la pierdan...

Un besote...

El Gigante


Nomás porque hoy fue un día pesado, no tengo novedades que escribir y pa' leer sus comentarios, les dejo lo que se publicó hoy en EL GRÁFICO

Querido Diario:
En la habitación me recibió un mastodonte de casi dos metros de estatura, la espalda del tamaño de un ropero y sobre los hombros, ese músculo que hace parecer que no le sacaron el gancho a la camiseta. Mirada fría y profunda, coco rapado, los brazos -gruesos como ramas de ahuehuete- los tenía tapizados de tatuajes y una sonrisa, tierna y afable, que desentonaba con su apariencia de gigante mitológico.
Le di un beso entre la mejilla y el labio y pasé al cuarto. El gigante vestía pants, una camiseta blanca y despedía un intenso aroma a perfume dulce. Me encantó. Nada puede disponerme mejor para trabajar, que estar con un hombre limpio.
En el tocador, frente al espejo, estaba mi paga. Le pregunté si era para mí y lo guardé en mi bolsa. Discretamente vi de nuevo el tamaño de aquel hombre y, tragando saliva, le dije que iría al baño a ponerme cómoda (¿Cómoda? Iba a agarrar valor, si ese coloso tenía todo de la misma proporción, no me iba a ponchar, me iba a romper).
De cara no era guapo, tenía un rostro más bien tosco (que hacía juego con el conjunto), sin embargo, su aspecto varonil, hacía que su nariz gruesa, las cuchillas en sus ojos o su quijada cuadrada, que parecía capaz de mascar tuercas y escupirlas laminadas, resultaran cualidades profundamente eróticas. En pocas palabras, era un feo de esos que dan ganas de que te metan una revolcada de aquellas. Y para allá iba.
En el baño acomodé mi lencería, puse un poco de perfume entre mis pechos, revisé mi aliento, acomodé mi peinado, respiré profundo y salí, cargada de valor a lidiar con el semental que el oficio me había puesto enfrente.
Ataqué con un beso descarado, me paré de puntitas, me colgué a su cuello, abrí los labios y lo invité a que su lengua jugara con la mía. Su cuello parecía de acero, sus hombros, su pecho, su abdomen. Me estaba tirando a una muralla.
Besaba bien, a pesar de lo tosco de su aspecto, sus labios se paseaban con suavidad sobre los míos, sin prisas. Como encontrándole gusto. Además sabía a menta, era como un sueño, un hombre que sabe besar, huele rico y tiene buen aliento ya son méritos suficientes, si además contamos que me estaba ponchando a un gigante de acero, nomás faltaba ver lo que los pants guardaban. Ora sí que, Lulú: Despáchate.
Cuando se quitó la camisa casi me voy de pompis. Cada músculo perfectamente marcado, un sol tatuado en el pectoral derecho y el huesito del amor, ese músculo en forma de V que algunos hombres tienen en la parte baja del vientre, invitándome a clavarle el diente. Por más profesional que quiera ser una, ante escenarios como ese, terminas por rendirte.
Me saqué el vestido sin prisa, sonriendo y luciendo mi lencería. Él, sin quitarse el pants, comenzó a revelar su armamento. Se veía un bulto de tan buenas dimensiones, que me daban ganas de tocarlo, de acercarme. Estaba nerviosa. Sabía lo que venía.
Me acerqué un poco y, por encima del pantalón, comencé a jalársela. Era titánica, apenas se estaba hinchando y yo ya sentía que no cabría en mis manos. Al fin se quitó los pantalones. ¡Ay nanita!
Igual que el cráneo, tenía aquello completamente rasurado. Le colgaban entre las piernas unos aguacatotes, que parecían de la cosecha premier del meritito Uruapan, Michoacán, y al centro, orgullosa crecía una tripa con vocación de manguera que se hinchaba ante mis ojos, redondos como platos. Le puse un condón, volví a tragar saliva y me quedé admirando el cuerpo de ese Goliat. Estaba excitadísima.
Él me tomó por la cintura y prácticamente me cargó para seguir besándome. Me sentí tan segura, tan estable entre sus manos, que casi no me di cuenta que mis pies no tocaban el suelo, mientras le besaba los hombros y el pecho. Entonces, lo envolví con mis piernas, él puso sus manos bajo mis glúteos y haciendo una cuna con sus brazos gigantescos, de un sólo tirón, me ensartó en su sexo.
A pesar de lo aparentemente brusco, lo hizo con una naturalidad, que no sólo no me lastimó, sino que lo disfruté como pocas veces. Con sus brazos, como si estuviera cargando pesas, me levantaba y me volvía a clavar, a hacer suya, a poseerme. Me besaba los senos, los labios, la cara y yo me aferraba a él como no queriendo perderlo, como esperando que su sexo fuera siempre mi centro de gravedad, mi eje. A los pocos segundos alcancé mi primer orgasmo.
Fue increíble, lo hicimos durante casi toda la hora y en muchísimas posiciones, acabé tan molida, que de plano apagué el teléfono y cerré el changarro por ese día. Eso sí, me fui tan bien atendida, que al menos en esta partida, mi Goliat estuvo bastante mejor que mi David.
Hasta el jueves
Lulú Petite

Manos a la obra

Lo sé. Es uno de los videos más vistos en internet desde que fue estrenado, pero siempre es un caramelo que no puede despreciar en una noche solitaria de viernes un caballero aficionado a la shakira (y no a la que canta)... Así que, disfruten el vídeo y... MANOS A LA OBRA

Final


Hoy es, en Morelia, la primera mitad de la final Monarcas-Pumas. El domingo, acá en CU, la garra felina habrá de recibir a la monarquía para definir cuál de los dos alza la copa (ojalá no se les caiga, como a los del Madrid). Los Pumas, un equipo universitario y de tradición, los Monarcas, de una ciudad hermosa, con gente a toda madre, que merece darse el gusto. He de admitirlo: tengo el corazón dividido.

Y es que aunque, aunque no estudie en la UNAM, los Pumas es el equipo perfecto para quienes estudiamos una carrera universitaria, es, hablando de fútbol, un equipo que, al decir que le vas, te hace quedar bien. Por otro lado, tengo amigos muy, muy queridos allá en Morelia, a los que un triunfo de su equipo los pondría más alegres a que a mí con un consolador, después de una semana sin sexo.

En cualquier caso, quien diga que no debería hablar de futbol tendría razón. No sólo no sé de futbol, sino que además me aburre. En lo que si tengo experiencia es en futbolistas. No es por dárselos a desear, pero en estos menesteres, he tenido el gusto de plancharme a más de uno. Y eso sí, a la hora de coger, militares, boxeadores y pamboleros, son los más temibles de los gremios. No fornican, te barrenan y tienen una condición, que sólo el más arduo acondicionamiento físico permite.

He cogido con futbolistas de primera división. He cogido con personalidades futboleras que, de revelar los nombres, sería la nota que desbancara a Kalimba de la persecución microfonera (afortunadamente, como lo he dicho, decir los nombres de mis clientes es una cosa que no haré jamás). Lo cierto es que, absolutamente todos, te ponen unas ponchadas que sales pidiendo esquina. Son unas máquinas sexuales.

En fin, ojalá los dos jueguen muy bien y que gane el que sepa aprovechar mejor las oportunidades.

Kenobi is dead

Robado de algún lugar en internet, de una galaxia muy, muy lejana...
Comunicado de prensa: ¡Confirmado! Obi-Wan Kenobi, el cerebro de algunos de los ataques más devastadores en el Imperio Galáctico y el hombre más buscado de la galaxia, fue asesinado en un tiroteo con las fuerzas imperiales cerca de Alderaan, Darth Vader, anunció el domingo.En una aparición tardía en el Salón Este del Palacio Imperial, Lord Vader declaró que “se ha hecho justicia"
Cuando agentes del Ejército Imperial y soldados de asalto de la Legión 501 acorralaron a Kenobi, uno de los líderes de la rebelión de los Jedi, que habían eludido el Imperio durante casi dos décadas. Funcionarios imperiales, mencionaron que Obi-Wan se resistió y fue asesinado por el sable de luz del mismo Lord Vader. El cuerpo de Kenobi fue tirado al espacio.

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Un beso

A escondidas


Bueno, el caso es que no troné con David y que hoy, en la noche, se celebra el nuevo sorteo VIP, a ver quién resulta ganador, porque al menos yo, tengo ánimo de consentirlo bien y sabroso. 

¿De David? Lo que sucedió después de mi "indiscreción" ya lo narré hoy en El Gráfico, En pocas palabras, se hizo el sordo. Diría que se hizo buey, pero no faltaría el malintencionado que diría que quien lo hizo buey fui yo y, la neta, no está el asunto para malintencionados.

Hasta el día de hoy, seguimos y las cosas no han cambiado en nada. Aunque yo tengo la certeza de que es imposible que no hubiera oído mi conversación, él se comporta como si realmente nada hubiera llegado a sus orejas. No importa, como dice alguno de los comentarios, puede que haya estado jetón en el sillón y se haya despertado hasta que entré.

En fin, no es la primera vez que le escondo mi oficio a un novio. Hace tiempo tuve uno con quien prácticamente vivía. Un tipo divertido, inteligente y muy guapo, varios años mayor que yo. Lo quería bien y siempre fui extremadamente cuidadosa con él. Antes de entrar al edificio, apagaba mi teléfono y cerraba el changarro, fue en la época en que comencé a anunciarme por internet. Terminamos la relación invicta, nunca pasó por su cabeza que su noviecita, también lo era de todo el que le llegara al precio.

¿Qué hace un chavo cuando descubre que su novia es prostituta?

15 de mayo

Que son unos huevones. Que cobran mucho y trabajan poco. Que enseñan mal, que estamos pa'l carajo, que marchan, que bloquean, que son esto y aquello. Se escuchan cosas terribles del magisterio. Yo a los maestros los veo con cariño. Si, además, se sabe que la mayoría de ellos viven con un sueldo de seis mil pesos mensuales. Es realmente de reconocerse la chamba que hacen.

Cada uno de los que hoy podemos leer igual una frase que todo un libro, de los que podemos traducir en letras un pensamiento, resolver operaciones aritméticas o entender cómo funciona nuestro cuerpo o de qué está hecho el universo, se lo debemos a una maestra o a un maestro.

A quien esa le parezca una tarea fácil, supongo que no ha tenido la responsabilidad de estar frente a un grupo, con un montón de cabezas y de temperamentos diferentes y ha tenido que poner en ellas información valiosa.

Yo no soy maestra ni tengo parientes que lo sean, pero en la mañana escuché a unas personas hablar del día del maestro y decían puras cosas malas del gremio. Yo tuve y tengo muy buenos maestros, mujeres y hombres con vocación y ganas de enseñar. También los he tenido malos, claro, pero lo importante es que son mayoría los que enseñan, los que no andan de paro en paro ni haciéndose ricos sin trabajar, sino rompiéndose el lomo para quitarnos poco a poco lo zopencos. A esas maestras y maestros FELICIDADES.

15 de mayo de 2011

Aunque les untes


Es triste reconocerlo, pero todo secreto, termina por revelarse. Pueden guardarse secretos chiquitos o mentirillas inocentes, pero cuando toda una relación se establece a la sombra del clandestinaje es ingenuo pensar que nunca ha de salir a la luz.

Era obvio que tarde o temprano David iba a enterarse del modo en que me gano la vida. Ni siquiera era necesaria la certeza, basta con ser observador: mi ingreso es alto, trabajo pocas horas al día y mis gastos son muchos. No es necesario ser Einstein para darse tinta de que algo no encaja.

Además escribiendo tanta balconeada en Internet, publicando fotos con lencería que me ha visto, siempre corro el riesgo de que un Gráfico caiga en sus manos o que googleando llegue a este blog, a mi face o a mi tuiter.

Claro, aunque siempre supe que el secreto no estaría guardado eternamente, tenía la cándida esperanza de, al menos, soltárselo con jilocaína, poco a poquito, pa' que resbalara. De todos modos, enterarte de que tu novia se dedica al más veterano de los oficios, son de esas verdades que arden, aunque les untes vaselina.

Thor


Hace unos días vi Thor, la película. Una historia entretenida sobre un superhéroe que resulta ser, además, un dios nórdico, pero que según la película más bien es un extraterrestre con superpoderes. Algo así como Superman, pero güerito, con un martillote, cabellera larga y un cuerpecito de esos tan perfectos, que dan ganas de mordisquearlos para ver si todo es real.

Es de esas películas sobre las que a algunas personas deben, al menos explicarnos una que otra cosa, pero que a los cinerdfilos les parecen irresistibles. De cualquier forma, la película estuvo divertida. Muchos moquetazos, atractivo visual, buena historia y, claro, romance.

El asunto es que ese día, después de un par de servicios muy divertidos, sucedió algo que me agüitó y, en buena medida, me ha mantenido medio lejos de la computadora, guardándome los tuits y las entradas en el blog.

Nada grave ni del otro mundo, resulta que ese día salí de clases ya con compromisos para la tarde. David quería que fuéramos a ver la tal película de Thor, y como yo andaba de ánimo complaciente, acepté acompañarlo después de atender a los dos clientes con quienes había hecho compromiso, entonces...

Bueno, mejor si quieres saber cómo acaba este rollo, no dejes de leer el próximo jueves mi columna en El Gráfico.

Un besote y, por cierto...

ESTE 10 DE MAYO
FELICIDADES 
A TODOS Y TODAS
PORQUE SON A TODA
MADRE

Dos noticias malas y un milagro.


1) La primera noticia. En la última semana dos personas me han llamado por promoción cumpleañera y resulta que no es su cumpleaños y nomás estaban viendo si era chicle y pegaba. Lo peor es que no fueron las primeras veces. Es malo que te quieran ver la cara, pero que además luego te salgan con que es todo lo que traen, no, no, no... Creo que hay que respetar el tiempo de la gente. Yo sé que no es bonito eso de que paguen justos por pecadores pero ¿Qué le vamos a hacer? Ni modo, vengo regresando de un caso fallido y he tomado la determinación de que hoy termina la promoción cumpleañera.

2) La otra noticia. Ha sido un lío lo de los concursos semanales para buscar finalistas de la Rifa y todo eso. Los concursos de los martes, creo que han resultado muy divertidos, me encantan las respuestas y el ánimo pero... siempre el pero... es fecha que de todos los finalistas que llevo, ninguno, si, NINGUNO se ha entablado comunicación conmigo, al menos pa' darse por enterado de que es finalista. Eso ya me hizo perder el control de todo, de modo que tengo que suspender LA RIFA RELOADED hasta que le agarre el rumbo de nuevo.

A los que ya son finalistas, tienen hasta el miércoles 4 de mayo de 2011 para escribirme un correo y, a cambio, les regalaré un boleto para la Rifa VIP que sigue VIGENTE y que ya está a punto de celebrarse, chance y corren con suerte. Mientras, sorry... La Rifa RELOADED está suspendida.

Eso sí, con otros premios a entregarse de inmediato, es probable que los martes siga haciendo concursos de preguntas y cosas así. Lo que se suspende es sólo el que estaba planeado para agosto.

3) El milagro. Por último y para todos los escépticos, que se niegan a creer en que hay algo superior, en que realmente existen los milagros y que los podemos ver suceder aún en pleno siglo XXI, acá una prueba irrefutable del poder de la fe y la misericordia milagrosa de un santísimo coche amarillo.


clic en la foto del santo coche para ver el milagro

Cinco simples reglas


Si bien no acostumbro poner en el Blog lo que se publica en la columna de El Gráfico, tratándose de una declaración de principios no está mal traerla también a este changarro. No voy a transcribir todo el choro, simplemente me iré directo a enunciar las cinco reglas básicas que sigo para desempeñar mi oficio, no quiero decir que sean las únicas, pero si las más arraigadas y las que jamás rompo:

Primera. El secreto de una prostituta es como el que le cuentas al abogado, al médico o al cura. Nunca, por ningún motivo, puedes revelar con quienes te has encamado, no sólo porque está mal visto, sino porque es de pésimo gusto. Hay que tener presente, que en este negocio, los clientes no pagan sólo por sexo, sino por tener el derecho a recordarnos y a que nosotras los olvidemos.


Segunda. Hay que hablar con la verdad y cumplir lo que prometes. Nada más mata pasiones que ofrecer a una rubia espectacular, de medidas perfectas y que te caiga el clon malhumorado de Paquita la del Barrio. Nada más frustrante que prometer un acostón marca Caligula con todas posiciones del Kamasutra y a la mera hora no dejar ni que toquen las chichis. Yo soy la que ven y siempre cumplo lo que ofrezco.


Tercera. Ponchar por dinero no es sinónimo de estar dispuesta a todo. Hay límites y se deben establecer. Si me tratas con miel, con miel te respondo, pero si quieres pasarte de lanza, también sé sacar las uñitas. Si vas a acostarte con alguien y compartir besos y pasiones, lo menos que puedes pedir es respeto, además, si soy bien tratada, pongo unas descremadas riquísimas.


Cuarta. La salud es lo primero y en eso soy irreductible: El servicio es con condón o con condón.


Quinta. Siempre he dicho que me considero una mujer con suerte. He vivido cosas muy locas y sigo de pie, con la sonrisa en los labios y la mirada en el futuro. Sin embargo, también he dicho, que si otra vez tuviera dieciocho años y pudiera volver decidir entre irme con el hada o regresar a casa, probablemente no tomaría la misma decisión. La prostitución no es un negocio que recomiende. Es peligroso, es duro y muy pocas salimos enteras. Por eso cuando alguien me pide que le ayude a entrar en esto, me niego terminantemente. Puedo hacerme responsable por mis actos, pero de ninguna manera cargaría con la responsabilidad de ayudar a alguien más a tomar un camino tan embachado.
No sé si son buenas reglas, pero hasta ahora me han funcionado a toda madre.

Besitos...


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