La historia de un huevo


El salón de la última clase de los miércoles es una méndiga vitrina. En tiempos de calores estar allí una hora completita entre las 12:00 y la 1:00 de la tarde es una tortura medieval. El profe, un buen hombre con un vientre tan prominente como el de un elegante hipopótamo, sudaba copiosamente mientras trataba de meter en nuestras nobles tatemas estudiantiles ideas que a esas horas y con el pinche calor que hacía, rebotaban en nuestros oídos como si el pobre profe Botijón estuviera hablando solo. El teléfono, en vibrador, sonaba a cada rato. No atendía llamadas, pero recibía muchos mensajes de posibles clientes y gentiles preguntones.

En un rincón del fondo, Alfonso, un chavo entre emo y folklorista, que no le ha de hablar ni a sus pobres padres, estaba tan jetón que nomás le faltaba roncar o tronarse un pedo. David, un niño muy tímido al que le gusto, me sonreía con el entusiasmo de bolsita de sabritas cada que volteaba a verlo. Es un chavo lindo y me trae muchas ganas, pero apenas se atreve a dirigirme la palabra y se pone súper nervioso. Tengo la capacidad de hacer que su rostro se ponga más colorado que un jitomate maduro con sólo dedicarle una mirada más o menos cachondona. Estaba a punto de imitar al jipi de Alfonso y echarme una discretita jeta, cuando recibí un papelito delicadamente doblado con información importante que había pasado ya de mano en mano para alertarnos a todos: "Chécale los tompiates al Botijón".

Una a una las miradas cansadas de cada personita en el salón buscaron alguna novedad en la entrepierna del afectuoso cachalotito que tenemos por maestro. Las chavas poníamos nuestra más hipócrita cara de "guácala-qué rico", los chavos se reían con morbo. Él, clavado en su discurso, bañado en su propio caldo (Urge AXE S.O.S.) y desparramado en su silla con las piernas abiertas como si esa posición le ayudara a que se le orearan las bisagras, no se daba cuenta de que su pantalón tenía una tremenda descocida que comenzaba en el "nies" (ni es culo, ni es huevo) y terminaba justo donde empieza la bragueta. La posición en la que el santo maestro estaba sentado, hacía que por ese pequeño desperfecto del pantalón, se asomara, como una enorme úlcera bajo un calzón blanco de algodón, un redondo y exhibicionista huevo. Llegó un momento en el que al parecer, el único que no se había dado cuenta de lo inquieto de su testículo espontáneo era el pobre profe, que frunciendo el seño veía como todos sonreíamos y cuchicheábamos. Hasta Alfonso, que había dormido casi toda la clase, contemplaba atento las impúdicas partes de aquel bien intencionado educador.

Apenas terminó la hora, el profe se levantó y, secándose el sudor con un pañuelo, se despidió de todos saliendo del salón medio malhumorado. En cuanto su enorme cuerpo salió por la puerta, se escuchó desde atrás que alguien gritó: "Ay pa' la otra se tapa"... inmediatamente estalló una carcajada colectiva con estilo de bomba atómica. Ya estaba saliendo del estacionamiento de la escuela y aún no paraba de reírme.

Ya en la calle y con la cabeza más fría pensé en el profe. Es un buen hombre y no se merecía tanto choteo, sentí culpa por un momento y deseé que no se hubiera dado cuenta de la risa que nos causó, entonces activé el timbre a mi celular de trabajo y comencé a recibir llamadas:

Riiiiiiing
-¿Bueno?
-Hola Lulú, cuéntame ¿Cuánto cuesta está estar contigo? ¿Qué incluye?
¡Zacarrácatelas! ¿Será? Escuché al otro lado de la línea la misma voz grave y pausada que había estado oyendo durante una hora... ¿Sería el profesor "huevos de fuera"? ¿Sería él quién me estaba llamando? Digo, también los maestros cogen, pero sería demasiada coincidencia... No quise arriesgarme a comprobarlo, sin más y como si fuera una chiquilla de cinco años descubierta en una travesura colgué el teléfono, así que nunca sabré si era mi profe o nomás un clon de su voz de tenor con hueva. En fin, cosas que pasan, ya será otra la que le zurza las talegas y la dignidad...
P.D. Acabó mi ex promoción vespertina....

9 comentarios:

  1. Jajajajajajaja, qué buena anécdota.
    Pues puedes saberlo muy facil: Supongo que quedó grabado el número desde el que te llamó, pues llama desde otro teléfono y pregunta por el profesor, si es él, pues ya supiste...
    Muchos besos.

    EL CATADOR

    ResponderEliminar
  2. Pobre cabrón, qpero que no sentía el airecito colado caray?????

    Cuando somos jovenes podemos ser increíblemente crueles a veces sin carnos cuenta...

    Por otro lado... hubieras pasado con la máxima calificación .... jojojo

    ResponderEliminar
  3. Oyé Lulú, confiesa. ¿se te antojó el huevo del maestro?

    ResponderEliminar
  4. Ja ja ja ja ja.... carcajadas múltiples, ja ja...
    Simpática y hermosa, ¡¡qué combinación tan excitante!!...

    Por cierto, yo creo que sí era tu maestro el que llamó, pues ya desde la clase andaba queriendo liberar a Willy :S

    SCARAMOUCHE

    ResponderEliminar
  5. jajaja, sera ke es karma por la pequeña burla que se aventaron???, aguas, jajaja, muchos besos mi querida petite, sigue hechandole ganas.

    ResponderEliminar
  6. jajajajaja hibiera estado bueno que siguieras hasta comprobar quien era, con suerte el, cosa que hubiera sido genial jajajaj.
    lo dl calo te lo entiendo, yo tengo clase a esa misma hora hasta las 3 en un aula que es de lamina jajajaj si parecemos niños indigentes , namás pa que te imagines les dicen los gallineros jajaja y no buuueeennoo ahi el calor te hace comprender a las verduras al vapor jajaja y luego que la clase es salud publica ahhhhh solo piensas en dormir con hielos.

    ResponderEliminar
  7. Solo po aclaar... "No es lo mismo la historia de un huevo" que "a huevo una historia"... jeje.

    Siguiente... COMO QUE YA ACABO LA POMO?!?!?! Que es eso!!!???

    El mundo es cruel... pero conmigo se mancha...

    Besos niña... a seguir trabajando como negro para poder disfruta una hora como Dios...

    Atte. Yo

    ResponderEliminar
  8. Jejejejejejejejejejeje jijijijijijijijijijijijiji
    Jajajajajajajajajajajajajaja
    JOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJO
    JOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJO

    EL HUEVO DEL PROFESOR ASOMANDOSE POR EL PANTALÓN DESCOCIDO, jojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojojoj...

    Gracias Lulú por tus chocoaventuras, como dice Navi ¿Será Karma? Siempre que tengo pedos, me alegras el día y me sacas de la preocupación.

    Renán Negro

    ResponderEliminar
  9. Orale, que entretenida estaba la clase, como para verle las bolas al profe, digo ni por muy aburrido que este ando viendo esas zonas particulares de cada individio, a menos que dicho individuo sea de tu mismo genero lulu.

    P.D. Es genial estar contigo.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...