Carta a los Reyes

Querido Reyes Magos:

Ya sé que me he portado de la chingada. Que del catálogo de pecados veniales y capitales, los tengo cubiertos todos, de ida y de regreso, dos veces. Lo bueno es que las niñas malas, no necesitamos portarnos bien para tener lo que se nos antoja, ni esperar a que nos lo traigan cada seis de enero, tres magníficos dignatarios del lejano oriente (Pregunto: ¿Qué tan lejano? ¿Iztapalapa? ¿Ecatepec?).

Lo cierto, es que para hacerme de mis regalitos, como mi mal comportamiento no me hace merecedora de sus favores, mejor recurro a la esplendidez de mis queridos clientes. Dan su coperacha, los atiendo como reyes y, ya ven, se portan como magos. Así es como yo, de lunes a domingo, todos los días del año, me doy mis reyes magos.

Además, yo soy una demócrata. No creo en la monarquía ni en las prebendas de la sangre azul. Por más de oriente que sean, no creo que por ser árabes, de las venas les brote petróleo. No, no, no, acá mejor la democracia, pareja con todos, si ponen su lana, yo pongo las... apapachadas.

Así que, como no es mi costumbre, no les pediré nada material. No me traigan nada, pues lo que necesite yo me lo consigo. A cambio, les pido, corrijo, les suplico, que me ayuden a convencer a la banda de que no me llamen a mi teléfono para preguntar tonterías.

Mi teléfono está encendido y yo encantada de contestarlo para dar información de mis servicios. Cuánto cobro, dónde nos vemos, a qué hora, cómo le hacemos, qué hago y qué no. Desafortunadamente, combino mi trabajo con una vida lo más normal que puedo y no me alcanza el tiempo ni el ánimo para platicar con quienes me leen ni atender asuntos que no tengan que ver con concretar una cita.

Especialmente ahora, que tuve la idea de agradecer a los lectores y amigos con la rifa, poniendo las bases lo más claras posibles para que no haya confusiones, respondiendo algunas dudas por internet. Pero qué creen... aún así me ha llamado un chingo de gente para preguntarme cosas de la rifa, para pedirme que los inscriba o solicitarme que les dé su número. Son cosas que ya están en las bases y que, terminan por desesperarme. Lo malo es que tratando de agradecer y quedar bien, termino contestando de malas y sacada de onda. A ver:

1) Las preguntas son por aquí y hay que leer antes las respuestas que ya di, no estoy respondiendo cosas que ya dije, hay que leer bien porfa.
2) Yo no inscribo a nadie, si de plano no puede alguien darse de alta en twitter solo, pues es una pena.
3) Los números asignados a cada seguidor los publicaré el 14 de febrero en el blog.
4) No sé si ya estás inscrito, eso lo sabes tú. Si ya estás dado de alta en twitter y me estás siguiendo, entonces sí, ya estás inscrito, pero no puedo confirmártelo yo.
5) Mi tarifa es la estándar para el servicio de lujo, no es más cara que lo que cobran otras chicas en este medio, pero tampoco es barata. Sólo voy a hoteles, el hotel lo paga el cliente, no hago ofertas, el servicio mínimo es por una hora. Si en verdad tienes interés en contratar el servicio, llama. Si no, no llames, mejor escríbeme un correo y te responderé.

POR FAVOR, QUIEN QUIERA ENTRARLE A LA RIFA, SÓLO INSCRIBASE AL TWITTER Y DELE FOLLOW A MI CUENTA.

Queridísimos Santos Reyes, al próximo que me llame para hacer preguntas fuera de lugar, si le voy a pedir su nick, pero para cancelarle su chance de participar. Y es que si sigue así, por cuestiones de trabajo, tendría que cancelar la rifa. Hay que considerar que una llamada tonta, puede entrara en lugar de la de un cliente y esa no es la idea.

Porfa reyesitos santos, ayúdenme con eso, convenzan a los amigos de leer bien y no seguirme llamando para eso. Si es para servicios, yo encantada, pero no para otra cosa, o ¿Qué hago? Balconeo el número de quienes me hablan para cosas distintas a trabajo... digo, pa' qué vean lo que se siente... ja, ja...

En fin, queridos Malhechor, Gastar y Va a asaltar, les deseo que tengan una jornada leve, que les lleven sus regalitos a todos los chamacos y porfa, que me hagan el milagrito de hacer entender a los amigos, que la idea es divertirnos y devolver un poco de las alegrías que me han dado, no volver loco mi teléfono.

Un beso y, si tienen chance, ay me dejan una rosquita con chocolate.

Lulucita