Llamada de un hada

Me llamó mi hada madrina (mi jefa en los tiempos de talonear en la agencia). Hacía mucho que no hablaba con ella, fuera de una vez que me la encontré de rapidito en Santa Fe.

-Hola querida ¿Cómo te trata la vida?
-Muy bien hadita, ya sabes, acá pasándola.
-¡Qué bueno nena! A ti siempre te va bien, eso me gusta de ti, nunca te quejas de nada
-Ya ves hadita, no tengo de qué quejarme, pero si tuviera, eso no soluciona nada
-Pues si m'ija, tienes razón, pero cuéntame ¿Sigues estudiando?
-Claro hadita, ya sabes que cuando empiezo algo, lo termino. Voy bien.
-¡Qué bueno! Estudia mucho querida, es lo mejor que se puede hacer cuando se está joven
-Le estoy echando ganas y me va bien
-Oye, entonces sobra que te pregunte si necesitas ayudarte, tú sabes que nada más es cosa de que me llames...
-Y mi hadita aparece a resolverme los problemas con su varita mágica...
-Pues no será varita mágica querida, pero los varitos de mis clientes también hacen magia- Nos reímos.
-Lo sé hadita, te lo agradezco, pero ahorita me la estoy llevando por mi cuenta, estoy bien.
-Bueno m'ija, de todos modos no llamé sólo para saludarte, quiero verte, te invito a cenar.
-¿Cuándo?
-¿Puedes el martes?
-Yo creo que sí, llámame y nos ponemos de acuerdo de lugar y hora ¿Va?
-Perfecto querida, que así se haga. Te dejo, cuídate mucho.

Sabrá Dios qué querrá venderme o proponerme, porque así de invitarme a cenar nomás para socializar, no es el estilo del Hada. De todos modos, nada tengo que perder, y esa mujer es buenísima contando chismes. Ya será el martes.
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P.D. He recibido muchísimas colaboraciones en mi correo, las voy leyendo pero no puedo subirlas todas, serán algunas y de poco a poco, de todos modos, estoy muy agradecida con todos los que han enviado historias tan ricas. Un beso.